Para poner en marcha una empresa, en primer lugar
se requiere tener una 'idea' que el día de mañana puedas convertirla en
realidad. Este es el punto de partida, y
tiene que ser lo suficientemente buena para que merezca la pena todo el
esfuerzo, trabajo y sobre todo el riesgo que implica crear una empresa.
Algunas consideraciones que podemos sugerirte
sobre esta idea son:
- El momento y el lugar adecuado, aunque suene trillado, tenemos que asegurarnos que hay clientes que están solicitando el servicio o producto.
- Esta demanda/necesidad del producto o servicio debe permanecer a medio plazo, ya que si es a corto plazo, esta idea no resultaría viable.
- El famoso valor añadido, innovar está muy bien pero no necesariamente tiene que tratarse de un servicio o producto nuevo, simplemente tenemos que diferenciarnos de la competencia a través de características del producto o servicio que sean atractivas y satisfagan a los clientes.
- Tener identificado el segmento de mercado para estar seguros que hay suficientes clientes solicitando nuestro producto o servicio.
Como fuentes para encontrar ideas o moldear la
que ya tienes, puede estar:
En tu día a día, los productos o servicio
que demandas o que estás necesitando y no hay disponible en el mercado o si
existen, buscar la mejora/actualización de dicho producto/servicio en un entorno en
constante cambio en el que cada vez se exige más.
En base a tu experiencia profesional,
nuestros intereses y gustos.
En artículos, noticias, estudios o
investigaciones... analizando principalmente los proceso de negocios/empresas
exitosas.
Participación en conferencias y ferias de distintos sectores e industrias.
En la siguiente entrada seguiremos profundizando
sobre el análisis de esta idea y los factores sobre los que se tienen que tomar
decisiones para concluir si sería o no viable crear una empresa a partir de
ésta misma.